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La actividad física previene problemas auditivos

  • Foto del escritor: Dra. Silvia Bonilla
    Dra. Silvia Bonilla
  • 27 jun 2023
  • 3 Min. de lectura

Mujer haciendo ejercicio

El ejercicio y la actividad física es el remedio natural para muchas de las afecciones físicas y metabólicas que aquejan nuestro cuerpo. Los beneficios que podemos adquirir de la actividad física son tanto visibles en nuestro cuerpo como en nuestra salud en general: músculos tonificados, mejor capacidad respiratoria y circulatoria, disminución de grasa, ayuda con el estrés, entre otros. Pero además de todos esos beneficios, que muchos ya conocemos; hacer ejecicio, practicar algún deporte o hacer algún tipo de actividad física previene también la pérdida auditiva, como han demostrado diferentes estudios que señalan además el sobrepeso y la obesidad como factor de riesgo, especialmente en las mujeres.

A lo largo de los años, se han realizado varios estudios sobre los efectos del ejercicio en la audición.

Si partimos del hecho que las células ciliadas dentro del oído interno necesitan oxígeno y buena circulación para mantenerse saludables, es natural pensar que si tenemos una buena capacidad respiratoria y circulatoria nuestras células en el oído van a trabajar de una manera óptima.

Un estudio titulado Nurses Health Study II (Estudio II sobre la salud de las enfermeras), analizó a casi 70 mil mujeres entre el año 1989 y el 2009. Los Investigadores analizaron información sobre el ídice de masa corporal, la circunferencia de la cintura y el nivel de actividad física. En este estudio se concluyó que en las mujeres con una masa corporal de entre 30 y 34, el riesgo relativo de padecer pérdida de audición es un 17% mayor, y si este índice es de 40 o superior el riesgo es un 25% mayor en comparación con aquellas mujeres cuyo índice de masa corporal es menor a 25. Asimismo, en mujeres con una circunferencia de cintura de 80 a 88 cm, el riesgo relativo de padecer pérdida de audición era un 11% mayor; si su contorno de cintura era superior a 88 cm, el riesgo ascendía hasta un 27% en comparación con mujeres cuya circunferencia de cintura era inferior a 71 cm.

Según la revista Scandinavian Audiology, vol. 27 de 1998, varias semanas de entrenamiento físico pueden mejorar la capacidad auditiva en varios decibeles y reforzar las defensas de los oídos contra el ruido dañino, este estudio concluyó en el ejercicio de forma regular en las mujeres se reflejaba en unmbrales auditivos con menos cambios en relación con las personas con una actividad física más limitada (Revista Medicine and Science In Sports and Exercise, febrero de 1998).

Otros dos estudios, uno auspiciado por la Universidad de Columbia (Estados Unidos) y otro tutelado por la Universidad de Amberes, señalaron también una relación directa entre la obesidad en adolescentes y pérdida auditiva. En el segundo de estos informes, se añadía otro factor de riesgo directo: el tabaco, cuya incidencia, junto al sobrepeso, causa un endurecimiento arterial que dificulta el flujo sanguíneo hacia el oído.

Estas investigaciones nos muestran que cuidar el oído y la audición se debe hacer de forma integral; cuando hablamos del cuidado auditivo no debemos limitarnos a esa parte específica del cuerpo, todo nuestro cuerpo está involucrado en el proceso sensitivo de escuchar bien y de tener un buen equilibrio.

En conjunto, la práctica de actividad física y una buena alimentación, ayudarán a reducir los niveles de grasa en el cuerpo y esto es clave para evitar los problemas circulatorios que se manifiestan en el oído con mucha frecuencia. Se habla también que las hiperlipidemias, provocadas por altos niveles de colesterol y triglicéridos en sangre pueden llegar a ocasionar problemas otológicos como ruidos o chillidos en los oídos (tinnitus) y una disminución en la percepció auditiva (hipoacusia o pérdida auditiva).


¿Cómo puedo identificar una pérdida auditiva?


Evaluación auditiva, audiometría

Con la audiometría podemos identificar el nivel de percepción de los sonidos y la parte del sistema auditivo en donde se encuentra la lesión que lo provoca.

Es una evaluación que podemos realizar desde los 3 años de edad, es indolora y nos brinda mucha información diagnóstica que tanto el audiólogo como el médico tratante, podrán utilizar para trazar un tratamiento y una terapia que ayude a recuperar su percepción auditiva.


¿Cuáles son los síntomas más frecuentes de pérdida auditiva?

Recordemos con la pérdida auditiva es progresiva y no es hasta que llega a un nivel avanzado que notamos la dificultad para escuchar o para comunicarnos con otras personas.

Algunos de los síntomas o señales de pérdida auditiva que podems mencionar, son los siguientes:

  1. Siente que escuchar pero no entiende.

  2. Escucha ruidos o pitos en los oídos.

  3. Siente que escuchar mejor de un lado que de otro.

  4. Le tiene que subir el volumen al televisor para escuchar mejor.


Recuerde que la única manera objetiva de identificar una lesión auditiva a tiempo, es por medio de una valoración auditiva. Coordine su cita y conozca cómo se encuentra su percepción auditiva.


Fuentes:

  • Medicine and science in sports and exercise 1998, 30(2): 289-293; Scandinavian Audiology 1998, 27(4): 219-224; Kingsport Times, 11 de febrero de 2003.

  • Nurses Health Study II (Estudio II sobre la salud de las enfermeras)



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